Alimentos refinados: excelentes ejemplos de cómo se puede gastar el dinero en lo que no es un verdadero alimento sino calorías vacías.
EL AZÚCAR COMÚN es un producto puro hecho de un carbohidrato simple: la sacarosa. No tiene ni vestigios de vitaminas ni minerales. Su digestión y metabolización son fáciles, no obstante para ello necesita vitaminas y minerales, por tanto puede producir desequilibrios en la alimentación puesto que emplea nutrientes que no tiene y, en consecuencia, deben ser extraídos de otros alimentos o de las reservas del organismo.
EL PAN BLANCO REFINADO no es mucho mejor. En la molienda y refinado del cereal se eliminan entre el 50 y el 90 % de los nutrientes que contiene, incluso muchos aminoácidos y la mayor parte de las vitaminas y los minerales, también se pierde (se extrae) el 75 % de la fibra. Así que las harinas necesiten ser "enriquecidas", proceso que se hace devolviendo cuatro o cinco de los más de veinte nutrientes que se eliminaron (extrajeron).
Esto es como si alguien te saca 20 € y cuando te los devuelve dice que te enriquece devolviéndote sólo 4 €; ¿cómo te sabrá la devolución?... La tal harina enriquecida no es sino harina empobrecida!!!
