Si analizamos bien, todos los tipos de religión y doctrinas de curación pretenden ofrecer soluciones tanto para los problemas físicos (cuerpo) como para los espirituales (alma). Siempre hay algo de religión involucrado, lo queramos o no. Por lo tanto, vayamos a la fuente correcta, vayamos hacia Cristo, el Gran Sanador.
La salud y el carácter se desarrollan mayormente como consecuencia de las pequeñas y rutinarias acciones y decisiones que cada día se toman. Es necesario, pues, tener los conocimientos que ayudarán a no cometer errores, a no repetirlos y a liberarse de las falacias que el consumismo hace pasar como vitales.
jueves, 19 de marzo de 2009
UN PROBLEMA COMÚN
Un gran número de pacientes que visitan con frecuencia los consultorios de los médicos sufren de problemas originados en sus mentes (sentimientos de culpa, odio, miedo, falta de esperanza, envidia, etc.). La medicina tradicional, que se ocupa principalmente del cuerpo, no tiene respuestas satisfactorias para estos problemas. El tratamiento de los síntomas físicos no resuelve el problema de fondo. Por lo tanto, pacientes y médicos están buscando otros recursos de curación, lo que es bueno en sí, pero desafortunadamente muchos están mirando en la dirección equivocada, hacia la medicina mística, en lugar de mirar hacia Cristo, porque piensan que "religión no se debe mezclar con medicina".
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